sábado, 23 de enero de 2010

Sangre de perro

El tasnoche de la pega y el caótico desenfreno veraniego hicieron que de dejara de lado este espacio, pero lo de ayer debe ser sabido y expresado de una forma vivencial.

En todos estos días me he puesto más detallista con las ensaldas, más controlador de voluntades producto de que mido cuanto toman mis clientes, me sé varios precios y cada día más canchero. Tratar a los clientes de canallas y a las damas de satánicas inmediatamente provoca una cercanía que posibilita el intercambio de tallas y la apertura a una conversa intermitente, mas no carente de profundidad o humor entre que llevo maremotos, perniles o papas cocidas. He aprendido a tomarle la mano a las demandas de los Canallas, como también a la ambivalencia del Gran Canalla cuando me presiona o me reta por alguna tardanza o desorden en la cocina y luego me pide que me siente con él a tomarme un cortito de tintolio con coca light.


El viernes 22 mi horario laboral se iniciaba a las 18hrs. llegué a las 18:02 hrs, probablemente mi menor atraso en estos días. Las altas temperaturas llamaban a ahogarse con un maremoto, pero tan sólo habían 3 mesas. Me mandaron a comprar pan a San Diego, mientras pensaba en cuanto pan se desperdicia todos los días producto de que, generalmente cuando se sirven las marraquetas junto al pebre rojo y al chimichurri verde sobran mitades o a veces pedazos enteros que luego se botan junto a huesos de pernil, restos de ensaladas y servilletas usadas. Me patea casi igual que un exceso de pebre o chimichurri luego de las 2 de la mañana.

04:05 de la mañana, en propinas cerca de 15 lucrecias. En trabajo, una tortura. Llevaba casi 4 horas trabajando sólo, cocinando, limpiando, sirviendo, conversando y corriendo hacia una farmacia que tuviese abierto las 24 horas para comprar un remedio necesario para la vista del canalla, que está harto malograda, quizás producto de que lleva casi 40 años o más viviendo bajo pura luz artificial, dicen que la luz del sol lo convierte en cenizas.

Siento un tremendo estruendo mientras lavo la interminable pila de loza. "A Don Víctor se le cayó alguna botella" pensé luego de escuchar su puteada consiguiente. Me doy vuelta y veo un charco de sangre (dudé por un segundo que era vino, pero era demasiado espeso), no mentiré y diré que estaba tremendamente urgido por ante semejante cagada.

-"Botella de mierda!"- exclamó estentóreo el canalla con un tajo abierto en la pierna a escala chuquicamata. La sangre salía a borbotones. Corrí por un paño limpio y hielo, él se paseaba y regaba su esencia por la cocina, como si luego fuese a sacar brillo. Antes de que fuera por la señora, que vive en el mismo local, me dijo.

-"Guarda el cuerpo del delito"-. Se refería al vaso y la botella de vino que tenía en su mesita. Cuando llegaron los paramédicos y luego de una hora de retos constantes y graciosamente humillantes de su señora para con él, me dijo como si hablara por un wakie tokie "Recupera el cuerpo del delito canalla y trae un pernil para los doctores". Acaté de la misma forma llevandome la mano a la boca y riendo de buena gana. Al final de todo el pernil y las risas del canalla permitieron que no me amargara al salir de la pega cerca de las 5:30hrs.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Don Victor y el vino

Martes 22 de Diciembre

Estimados canallas si aún no han ido al Rincón no saben de lo que se han perdido, hoy se los encontraré un poco. Para llegar se bajan en el metro U. de chile van por el sur por San Francisco hasta la calle Tarapacá donde verán una paloma que indica el nombre y las bondades de nuestro local.

El decorado de cerca de 400 cuadros junto a notables frases es su esencia y también su mayor particularidad. Prácticamente todos quienes asisten desean, luego de unos cuantos maremotos, dejar su estampa, su pensamiento, su declaración de (des)amor o lo que sea en los muros de este destacado local. Lo que más abunda es la típica tarjeta de presentación que va acompañada de un "Canalla Perico de los palotes" con su apodo y algún improperio agregado por otro canalla que dudaba de su sexualidad o de su credibilidad o de la fidelidad de su mujer o marido. En lo personal prefiero los pensamientos de todo tipo, aquí sólo algunos de ellos, los otros los tienen que ver por su cuenta:
- Si los perros ladran es señal de que vamos avanzando (En la entrada)
- No temas ir despacio, solo teme no avanzar
- Da gracias a dios hermano que lo esta en tu mano, no lo tienes en el ano (Baño de hombres)
- "Que chucha le echaron al maremoto que me dejó la cabeza por el poto"

El día de hoy me cagé de la risa todo el día, don Víctor el gran Canalla a cada rato hablaba por un micrófono con un eco que le daba todo el tono "voz en off" y lo único que decía era "Hay que puro ponerle canallas, eso es, hay que ponerle no más, pongale nomás canalla" y saludaba a todo parroquiano que fuera a visitarnos con un abrazo apretado y una afable conversación. De fondo las rancheras se intercalaban con las cumbias típicas de éstas fechas. De vez en cuando la Rosita me daba un plato para entregar y nos poniamos a bailar para impregnar más alegría al asunto.

El ambiente de fin de año siempre es de una festividad contagiosa, la esperanza por un año mejor es trascendental, algunos se aferran a Dios, otros a sus aspiraciones y los canallas parecieran no evitar esos temas. Entre las conversaciones a las cuales me integraron a cada rato me preguntaban o por mi futuro o por el futuro del país. Si Frei o Piñera, trabajar o seguir estudiando, si pololear o dejar de hacerlo, si irse de viaje o pudrirse en la ciudad. Ellos o respondían por mi o me tiraban alguna talla entre lo que les respondía. Luego de la propina los más empipados me daban un abrazo y deseaban suerte, agradecido les respondía con un sonrisa, pero siempre con algo de incertidumbre, el destino de país y de quienes lo habitamos puede cambiar para mal o para peor, es lo que creo para mi mientras lavo unos platos, me río de unas universitarias que van por el 3er maremoto y pienso en que regalarle a mis cercanos. ¿Una comida en los canallas? Puede ser una buena opción, pero por mientras como dice el canalla mayor "Hay que puro ponerle".

martes, 22 de diciembre de 2009

Canalla tv


Lunes 21 de Diciembre

Bienvenidos canallas! A más de alguién le debe llamar la atención un detalle ¿Que onda con las fechas y los días de publicación canalla?. Obviamente la idea del blog se me ocurrió después y por eso las fechas están así de desfasadas, por el hecho de terminar mi trabajo cerca de las 3 de la mañana siempre será un día después, por lo que prioricen la fecha de la entrada y no de la publicación. Además hoy mismo comencé a masificar el blog, por lo que deben comenzar a leer desde la primera publicación. Por su comprensión gracias.

Hoy tuve harta pega y de verdad la intensidad me estresó por algunos pasajes. Todavían no daban las 5 pm cuando llegué al antro más sabroson del país,... no había nadie. Entonces ayudé a preparar algunos platos, entre papas y tomates de reojo miraba que las caras estaban nerviosas ¿Como un día lunes nadie iba siquiera a asomarse por el Rincón? Según me contaban los lunes eran buenos días, pero llevaba más de dos horas y todavía nadie. Para matar el tiempo con la señora de Don Víctor me tomé unas tazas de café con marraquetas, si bien el dia estuvo infernal las energías artificiales que activa la cafeína lograron que pusiera más atención en el relato de la señora, habiendo tenido tantas enfermedades y accidentes, que envidia tener esa entereza y esa simpatía que me irradiaba a destajo. ¡Que cosa más valorable!. Nos reímos de la vida y su suerte, de mi historia con un sacacorchos y con las cebollas lloronas.

Luego Don Víctor me mandó a la Farmacia Santiago (Donde por el sólo hecho de decir canalla, me sonrieron y atendieron de una). Cuando regresé iban ingresando unas 10 personas, me sequé el sudor, me puse el mandil y me puse a trabajar.

Empecé con lo mismo de siempre ayudar con los vegetales, pedir los platos y preparar los tragos, lo distinto a una pega común y corrientes es que tengo que interactuar con los clientes casi como si fuesen mis amigos más borrachos (No los quiero nombrar a tod@s) o mis familiares más cercanos. No hay ni que falsear una sonrisa, con que te traten de canalla ya existe una cercanía tácita, una disposición distinta, lo único que marca cierta distancia es el pago de la propina, pero ni se nota, es como cuando me quedaba con el vuelto después de ir a comprarle algo a mi viejo, claro que esta vez con un conocimiento previo.

El momento más llamativo fue cuando ingresaron, a un local casi lleno, unos jóvenes dotados de cámaras y micrófonos a grabar un programa de televisión web (http://cuul.tv/web/) me entrevistaron y me pagaron como corresponde el 10% de lo consumido. Por eso paso el dato, me cayeron bien.

Quizás la atracción por un lugar tan auténtico de la cultura criolla y popular, es por ser un lugar donde el mundo rural se conjuga con un escenario urbano, que rescata la gallardía de la resistencia a la dictadura con el humor propio que tan bien nos hace para ponerle el hombro a la vida, que a veces se hace tan artificial que pierde su gracia.

No he quebrado ningún vaso aún y casi quebré mis huesos al resbalarme como 6 veces, no caí... todavía.

Fomingo Canalla y las cebollas


Día dos, Domingo 20 de Diciembre, Hora de ingreso al local 14:00hrs.

El fin de éste blog es poder testimoniar en primera persona, mientras me dure la pega claro está, la vida al interior de uno de los locales más pintorescos y de mayor renombre en el circuito popular santiaguino. Como se trabaja, los parroquianos que asisten, las experiencias postivas o negativas que se vayan dando estos días serán expuestos y plasmados en este rincón donde los canallas se puedan organizar, ponerse de acuerdo y partir a tomarse un maremoto o un transantiago express.

La verdad hoy don Víctor ni se acordaba que me había citado, de primeras me dijo que el día iba a estar malo y le achuntó. Estuve cerca de 5 horas y no habré contado más de 6 mesas, de las cuales antendí solo una. Pero los canallas adelantamos pega y ha eso me mandaron, A cortar lechugas, papas y cebollas. El "vegetal" como popularmente se les dice, es el agregado de lechuga, papas cocidas, ensalada chilena y porción de arroz que diariamente acompaña a los "Vietnamitas", a los "Atentados", a los "Transatiago express", al "Guerrillero" o al "Barrabás", todos estos platos nacionales que describiré cuando no tenga que contarles.

Antes de cortar cebollas, don Víctor puso una selecta gama de canciones "corta venas" del estilo malagueña salerosa, cariño malo, ángeles negros y un sin fin de canciones que te hacian respirar pena. Era la excusa perfecta para comenzar el descapamiento de las cebollas, es decir me puse a pelar cebollas (recordé a la pela tomates en un flashback desagradable, pero gracioso) por partida doble, mientras más fuerte sonaba "Paquita la del barrio", más fuerte le aplicabla al encuadrillado de la cebolla y más lágrimas se me caían. Durante 20 muntos estuve sufriendo, las servilletas eran las únicas que me acompañaban y pa más remate los canallas parece que carretearon mucho el sábado (yo me quedé hasta a las 4 despachando conciliabulos) porque ni se asomaron el día del señor.

Consejo para quienes han sido pateados en forma extraña en estás vísperas de verano. Si creen que tienen aguante y desean sufrir rápido para agarrar a un/a canallita para pasar la soledad veraniega sin remordimientos, es súper recomendable cortar cebolla por partida doble. Escuchas Leo Dan, Ángeles Negros o a otro fracasado/a en el amor inspirado por su situación sentimental mientras pelas un kilo diario de cebollas, ni más ni menos, sin dejarlos bajo agua eh! Palabra que con 3 kilos sufriste tanto que lo único que quieres es ponerte la mejor pilcha y salir a canallear sin parar y cuando termine el verano no te van a entrar balas si te despachan o despachas a quién te hizo compañia, ni cosquillas.

De como me convertí en canalla menor

Día uno, Sábado 19 de Diciembre, 16:25.

Iba por calle Tarapacá al encuentro de Camila, mi hermana menor. Prematura activista por los Derechos Animales y Ecológicos, se encontraba en una marcha. El hambre me tocaba la puerta del estómago a cada rato, la temperatura no debía bajar de los 30º y mi zapatilla no puede estar más desgastadas. Antes de llegar a la esquina de San Francisco vi un cartel que decía "Empanada canalla $800, le trae veneno", se trataba nada más y nada menos que de el renombrado Rincón de los canallas.

En 1980 luego del pebliscito que le dio a Chile la Constitución que tenemos hasta hoy, Pinochet trató de canallas a cerca del 35% que votó en contra. Todo quién pensará distinto a su persona tendría este apelativo. Don Victor Painemal luego de ser garzón el Club de la Unión abrió junto a otros colegas el "El rey del pollo asado", el que lamentablemebte al poco tiempo se incendió perdiendo todo lo poco que tenían. Pero los canallas no se echan a morir tan fácil, es así como en plena dictadura, de forma clandestina comienza a venderse vino, pipeño y platos nacionales típicos, los cuáles son degustados por todo quién supiera el santo y seña, no podían arriesgarse tanto ene sas épocas, el que fue variando hasta que quedó en lo que conocemos hoy.
"Canalla llamando a canalla" "¿Santo y seña canalla?" "CHILE LIBRE!!!"

Mientras entraba a pedir mi empanada y mi veneno, me preguntaba lo genial que debería ser trabajar en ese lugar, mi mochila estaba cargada de curriculum's así que dejé uno por si las moscas. La cantidad de cuadros y tarjetas de invitación adornando éste espacio tan chileno y tan popular me iban seduciendo, y no es por el veneno. Don víctor y su sobrina Mao me miraban con cara de extrañeza, ¿Tienes experiencia de mesero? Claro, como no, les respondo. Se dice mesero, porque garzón es muy siútico, así como ponerlo en cursiva. Venga a las 8 a trabajar, que nos falta gente con una polera blanca canalla. Dicho y hecho, a las 8 de la tarde estaba de punta en blanco esperando que el Gran Canalla me pasara el mandil y así poder empezar a canallear. Me presentaron como"...un estudiante que necesita pagar su educación, porque ahora los derechos no lo son si no se pagan, debemos ser consecuentes" Allí estaba la MAO, la tía Lucha, la Irene, la Teresa y la Rosita. Traté de ser lo más directo al decir que no venía con el serrucho y que me retaran si me lo merecía. No lo hicieron, fueron muy cordiales y me indicaron con ese calor de cocina y las risas rimbombantes de fondo donde se ubicaba cada elemento que me pudiera servir.

El primer día atendí 5 mesas, 2 de 4 personas, 2 de 2 personas y una individual, me llevé una buena propina, se me notaba lo nervioso, aprendí a pelar papas y a preparar un maremoto. De tanta bandera chilena, de tanta carta de amor y con tanta música popular de fondo quedé pagado, todo en un puro día.

Hasta mañana canallas.